Un Legado de Excelencia Veneciana
Venecia, una ciudad unida indisolublemente al agua, cuyo espíritu se entrelaza con los hilos de la laguna. Esta unión eterna se celebra cada año durante la fiesta de la Sensa, cuando el Dux simboliza su matrimonio con el mar: un gesto que reafirma la conexión profunda entre la tierra y el alma marítima de la Serenísima República.
Esta relación única ha dado forma a una cultura basada en la vigilancia constante y la innovación. Los venecianos siempre han sabido convivir con los desafíos de su entorno acuático, respetando el ecosistema y dominando el delicado equilibrio entre movimiento interno y apertura al mundo. Hoy, más que nunca, estos valores deben ser revalorizados como base para el renacimiento de la ciudad.
Cipriani representa mucho más que hospitalidad y alta gastronomía: es una búsqueda constante de la excelencia en todo el universo culinario.
El verdadero lujo, según Cipriani, no es el exceso, sino la calidad suprema. Una calidad sin concesiones, que se refleja tanto en la cocina como en la agricultura y en la industria alimentaria.
Con la experiencia acumulada por generaciones en el mundo de la restauración, Arrigo Cipriani fundó en los años 80 una fábrica de pasta. Inspirada en las recetas caseras transmitidas desde 1931, Cipriani Industria, con sede en Meolo (VE) y certificación BRC, produce una pasta al huevo reconocida entre las mejores de Italia y del mundo.
La excelencia continúa creciendo. En los últimos años, se ha sumado a esta tradición una quesería propia, premiada en los concursos Caseus Veneti 2020 y 2021 como la mejor productora de mozzarella de búfala del Véneto. En Torcello, en los terrenos familiares, Cipriani cultiva también la estimada alcachofa "violetto", símbolo auténtico del patrimonio gastronómico veneciano.
Los menús Cipriani son un reflejo fiel de la tradición culinaria veneciana e italiana. Platos clásicos eternos como el Carpaccio, creación de Giuseppe Cipriani en los años 50 en honor al pintor Vittore Carpaccio, son ejemplo de ello. Este plato emblemático, nacido en el Harry’s Bar, está hoy inmortalizado en la Pinacoteca de Brera, expuesto bajo una obra del gran artista.
Tagliolini gratinados con jamón, hígado a la veneciana, callos a la parmesana, raviolis caseros de cigalas con curry y arroz pilaf, y una sinfonía de postres y cócteles Cipriani, como el icónico Bellini, completan esta experiencia que celebra la excelencia veneciana.
"En 1945, la libertad estalló en el mundo, liberando las almas tras la tragedia de la guerra. En 1949, Giuseppe Cipriani creó en el Harry’s Bar de Venecia una bebida en honor a la paz, que combinaba la frescura del melocotón con el espíritu vibrante del vino espumoso. En ese momento, se celebraba una exposición sobre Giambellino en el Palacio Ducal. Giuseppe decidió asociar el nombre del cóctel con la fama inmortal del gran pintor. Lo llamó Bellini, y hasta hoy sigue celebrando el arte y la libertad."